Nunca hay que subestimar al dolor. Cuando pensás que está todo bien, empieza a estar todo mal. Ahora me siento súper, dentro de unas horas no puedo decirlo.
El sábado A cumple años y le compré algo que, creo, va a gustarle mucho ¡deséenme suerte!
Me voy a seguir con las tareas del día. Nos leemos luego.

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